Él ya no me echa de menos
lo que amé ya fue
nada me ata aquí
nadie pregunta y la nada responde
queda mi eco divagando perenne
queda lejos aquello arraigado
queda un cruce de caminos
el polvo llenará mis zapatos
el viento borrará mi pasado
luces y sombras vienen y van
son estratagemas del destino
caducó la membresía del club
estoy desarmando mis huesos
estoy compilando mis lunas
estoy en el lecho moribundo de la fortuna
él ya no me echa de menos
lo dijo seguro
ya nada me ata aquí
soy el volantín errante cortado de sus manos
un mutante paisaje de transparencias
donde la gente pasa sin notarlo.
Lichazul
citadina
lo que amé ya fue
nada me ata aquí
nadie pregunta y la nada responde
queda mi eco divagando perenne
queda lejos aquello arraigado
queda un cruce de caminos
el polvo llenará mis zapatos
el viento borrará mi pasado
luces y sombras vienen y van
son estratagemas del destino
caducó la membresía del club
estoy desarmando mis huesos
estoy compilando mis lunas
estoy en el lecho moribundo de la fortuna
él ya no me echa de menos
lo dijo seguro
ya nada me ata aquí
soy el volantín errante cortado de sus manos
un mutante paisaje de transparencias
donde la gente pasa sin notarlo.
Lichazul
citadina
Muy bonito poema. Un saludo desde Almería España
ResponderEliminargracias Trini
ResponderEliminarsaludos desde Chile
Vamos cortando amarres con el pasado.
ResponderEliminarHemos de protegernos... la vida se vuelve áspera y difícil con tantos desgarramientos.
Besos.
besitos de sol Toro
ResponderEliminarHay que quitar el nudo a esas ataduras, hacer la vida más sedosa con empeño, para recibir nuevos holas...
ResponderEliminarUn placer leerte lichazul.
Feliz comienzo de semana.
Besicos...
Los lazos se van desatando con el paso del tiempo. Es necesario plantearse gestionar la soledad. Nada permanece.
ResponderEliminarUn beso.
muchas gracias Carmen e Ilduara
ResponderEliminartengan un lunes preciossisimo :)
Me quedo con lo sentido
ResponderEliminarno con lo que otros puedan sentir después de haber sido
buena semana
besos
Cuando algo caduca, queda soltar amarres y disfrutar de la transparencia.
ResponderEliminarEl dolor, la desilusión, pasará y quedará la luna cómplice.
Besos, Elisa.
Hay momentos en que ya nada nos ata. Nos desamarramos fácilmente. Un abrazo. carlos
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