Perseguir la felicidad
obtenerla...
o eso al menos, soñar
un péndulo y un giro al abismo
un solo paso
todo parece detenerse
incluso aquello que seguro sabemos
no hay lugar para la duda
y sin embargo , lo hacemos
cada que vuelvo al camino
un destino tropieza
piezas y delirios
todo lo mismo en el sonajero
nanas para el olvido.
Lichazul
amorcitos
Se tropieza una y otra vez, es la historia de cada vida
ResponderEliminarSe dice que ansiar algo y obtenerlo son las dos grandes tragedias del ser humano. Sin dudas algo de cierto habrá en ello.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Parche curita para el olvido y parche curita para el corazón. El tiempo, sino lo apuramos, va a ir reemplazando los parches curitas viejos por los nuevos.
ResponderEliminarEso entiendo por nana, que igual podría ser una canción de cuna; cuna que estoy necesitando para echarme a dormir (2.20 am) Y que la voz de una española me recite los versos más flaites esta noche jaja
La felicidad dolo existe como chispazo de escasa duración y nos pasamos la vida intentando que sea eterna cuando jamás fue esa su naturaleza.
ResponderEliminarBesos.
Así somos,burritos tropezando siempre en la misma piedra.
ResponderEliminarDicen que la felicidad no existe,pero como el sufrimiento es tan patente,creo que hacemos bien en buscarla sin descanso a lo largo de la vida. Al menos, mientras la buscamos, creemos tener un motivo por el que seguir viviendo.
Abracitos,Elisa.
Todo, sí.
ResponderEliminarTodo forma parte.
La duda siempre florecerá. No sé si por necios o por supervivencia. No nos gusta sufrir y nos gusta tropezar.
El sonajero se agita y nos recuerda.
Besos, Elisa.
Hola hace tiempo que no escribo ya que no se porque no me funciona el Blogger y no podia mirar nada solo publicar pero no ver comentarios ni contestarlos disculpa. Precioso poema. cuidate mucho un abrazo
ResponderEliminarmuchas gracias a ustedes por comentar en este cuadernillo
ResponderEliminarabracitos