Los inviernos se suceden cadenciosos
no hay sol que los ahuyente
sus huellas son cristales penetrantes
tanto como la soledad
a veces queremos gritar
a veces queremos soltar
mas su bruma nos envuelve
y ocurre que nuestra intemperie respira dentro
como el lamento de las Valkirias
y nos azota el alma
y nos pierde en esa tormenta
y nos resquebraja la médula del entendimiento
somos el mismo abismo sin cura ni hogar
un paladar desolado
donde todo se queda suspendido
es la pesadilla en presente
la ecuación fallida
cuando el invierno nos llega...
todo flamea desvencijado
el tiempo no es el culpable
ni la lluvia ni el viento
ni el páramo tronador
quizá sea culpa del ruiseñor
quien erró en su suerte.
Elisa
doméstica
no hay sol que los ahuyente
sus huellas son cristales penetrantes
tanto como la soledad
a veces queremos gritar
a veces queremos soltar
mas su bruma nos envuelve
y ocurre que nuestra intemperie respira dentro
como el lamento de las Valkirias
y nos azota el alma
y nos pierde en esa tormenta
y nos resquebraja la médula del entendimiento
somos el mismo abismo sin cura ni hogar
un paladar desolado
donde todo se queda suspendido
es la pesadilla en presente
la ecuación fallida
cuando el invierno nos llega...
todo flamea desvencijado
el tiempo no es el culpable
ni la lluvia ni el viento
ni el páramo tronador
quizá sea culpa del ruiseñor
quien erró en su suerte.
Elisa
doméstica
Muy lindo poema Lichita, un abrazo feliz!
ResponderEliminarYo me alimento aquí.
ResponderEliminarVengo.
Te leo.
Y me siento muy bien.
Gracias Elisa.
El invierno que has escrito es también mío ahora.
Muackkkkkkkkkk
Yo tengo aquí un verano incipiente si alguien lo quiere :) abrazosssss (con vientos de 90 kms/hora, vuelo literalmente)
ResponderEliminargracias por sus huellas, hoy llueve con ganas acá
ResponderEliminarel gris del día es abisal
abrazos
Y cada invierno nos deja su huella, y en ese rastro nos vemos y tememos. Sí, un poco cada vez.
ResponderEliminarUn gran abrazo poeta.
¡HERMOSO!
ResponderEliminarY sí, cuando el invierno nos llega...
todo flamea desvencijado
Besotes POETA
gracias xicas por sus huellas, pasen un precioso domingo
ResponderEliminarabrazos de sol
Quizá sea culpa del ruiseñor o quizá sea la vida misma que te lleva.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este poema, Elisa.
Besos.
Como decimos por aquí, "estás que te sales".
ResponderEliminarAbrazos gorditos Elisa.
Cuánto puede un sentimiento fallido, darle un color gris al tiempo. Un abrazo. Carlos
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