No huyas ni te pierdas
regresa donde el aire quema
quédate conmigo
prolonga tu caricia
anda
ven
quédate
aunque sea de noche
solo allí regálame tu fragancia
nívea responsable de mi voz
también agonizo
mi piel sabe de surcos
mis huesos claman por el frescor de junio
y los aguaceros de julio
ven
quédate
albina maravilla
redime estos labios rotos
hazme cantar como aquel ruiseñor.
Lichazul
desde la persiana
regresa donde el aire quema
quédate conmigo
prolonga tu caricia
anda
ven
quédate
aunque sea de noche
solo allí regálame tu fragancia
nívea responsable de mi voz
también agonizo
mi piel sabe de surcos
mis huesos claman por el frescor de junio
y los aguaceros de julio
ven
quédate
albina maravilla
redime estos labios rotos
hazme cantar como aquel ruiseñor.
Lichazul
desde la persiana
Por aquí las rosas del invierno hacen brindis al sol. Pero si tú se lo pides seguro que regresa. Abrazos.
ResponderEliminarabrazos Xan,
ResponderEliminaracá el calor , el sol y el cemento me dejan churrascada jejeje
Que bien lo pides. Me gusta mucho tu forma de escribir. Abrazos
ResponderEliminarPor acá llueve, pero el calor no baja. La rosa de invierno, difícil su presencia en esta granja del mundo, donde son imposibles las estaciones. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarLo logró.
ResponderEliminarComo un hermoso ruiseñor.
La prueba: el poema.
Besos.
Estate bien tranquila que al calor de tus versos no le quedará más remedio que venir.
ResponderEliminarUn beso.
ResponderEliminarVen. Quédate un poco mas...
y ante ese reclamo, no podrá resistirse.
Buenas noches. Y besos
En cualquier época del año, tus poemas son abrasadores, y aunque haga una calor del carajo, se agradecen, porque esos grados de temperatura hasta te relajan el cuerpo y la mente.
ResponderEliminarAbrazos gorditos Elisa.
Por fin tenemos unos días de invierno por estas latitudes de España, aunque habrá que esperar a que florezcan las rosas de invierno, que a mí me gustan más blancas, aunque todas y con todos sus colores parecen crecer en tu poema, Elisa, al calor del amor en mitad del invierno.
ResponderEliminarSalud.
Bellísimo, Elisa.
ResponderEliminarRefrescará y tu poesía seguirá girando en sus etapas.
Y yo lo leeré.
Buen poema. Me gustó mucho.
Besos.
Vino para quedarse y redimir tus labios.
ResponderEliminarTe inspira bien.
Un beso.
Un ruego poético en el que la belleza redime a la soledad de loa autora.Versos con alma,como todos los tuyos.
ResponderEliminarAbrazo Elisa
muchas gracias a todos!!! se pasarón
ResponderEliminarabrazos de sol y nubes ( acá ha sido una semana de nubes que se agradecen )
Lo volví a leer hoy.
ResponderEliminarY me ha gustado todavía más.
Besos, Elisa.