Mil batallas he perdido
no llevo brillos ni medallas
tampoco mi nombre enarbola alguna calle
ni menos en los libros asomo
mi sangre es la misma de siempre
la de todos los pioneros y los salvajes
pero eso no importa
como no importan mis hijos ni mis muertes
fui joven como la rosa
como la esquiva diosa de la fortuna
cabalgué mil deseos y llantos
mi norte jugaba con las tardes azules
nunca supe coordinar las cartas del Tarot
ni las monedas del I Ching enserio
ni este escaso café para dejar posos
pobres argumentos de fuga y poema
en la oculta laguna del alma.
Mil batallas he cicatrizado
por el costado de las grietas
por la arteria de la nostalgia
han sido mil susurros en tu oído
mil besos escarlata en tu vientre de poeta.
Lichazul
entre la hierba
no llevo brillos ni medallas
tampoco mi nombre enarbola alguna calle
ni menos en los libros asomo
mi sangre es la misma de siempre
la de todos los pioneros y los salvajes
pero eso no importa
como no importan mis hijos ni mis muertes
fui joven como la rosa
como la esquiva diosa de la fortuna
cabalgué mil deseos y llantos
mi norte jugaba con las tardes azules
nunca supe coordinar las cartas del Tarot
ni las monedas del I Ching enserio
ni este escaso café para dejar posos
pobres argumentos de fuga y poema
en la oculta laguna del alma.
Mil batallas he cicatrizado
por el costado de las grietas
por la arteria de la nostalgia
han sido mil susurros en tu oído
mil besos escarlata en tu vientre de poeta.
Lichazul
entre la hierba
La madurez nos va adentrado en ese silencio interno donde no hay vendas, ni premios ni castigos.
ResponderEliminarY de ahí, poemas a puro vientre, Elisa.
Bien por ti.
Besos.
besitos de sol :) Verónica
ResponderEliminarno sé si será madurez o simplemente con la edad uno danza con menos ropa cada vez
Bravo por esa épica del anonimato. Esa en la historia hecha poema.
ResponderEliminarOtro día que me rescatas.
ResponderEliminarY cada vez mejor.
Creo que voy a venirme a vivir a este blog.
Besos.
la puerta es ancha Toro y por ella todos son bienvenidos
ResponderEliminarpero mi ventana es pequeña ;)
besos
buena jornada Tristán
ResponderEliminarAl final siempre nos quedan las vivencias de esas cicatrices,
ResponderEliminaralgunas desconocidas a ojos ajenos,
pero ¿qué más da? Son nuestra experiencia.
Acabo de descubrirte, y si no te importa,
me quedo por aquí.
Saludos!
gracias por tu huella en este camino pixelado Sad
ResponderEliminarbienvenida
saludos desde Chile
Tus poemas rezuman sabiduría y madurez, pero tu mente siempre será jovial y agradecida.
ResponderEliminarAbrazos gorditos Elisa.
muchas gracias Rafa
ResponderEliminarser joven es una cosa de actitud más que de tiempo ;)
abrazos colorinches
Lo que importa al fin y al cabo es seguir batallando que las cicatrices son trofeos de la vida,dicen.
ResponderEliminarAbrazo Elisa
así es Joaquín son las mejores escarapelas
ResponderEliminarabrazo
ResponderEliminarHay heridas que dejan cicatrices luminosas y bellas, como este poema.
Besos
besos de sol Soco
ResponderEliminarsin duda todos escribimos luces durante el respiro
Así es la vida, Nos vamos diluyendo, a medida que pasa el tiempo, en los fantasmas que habrán de llevarnos al bismo definitivo.
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