lunes, 30 de julio de 2018

Lirio en la niebla

Tengo una espina clavada
una dulce espina que duele y sangra
la he cuidado desde que asomó
con la paciencia y el ánimo

cuando la luna del espejo no refleja
solo queda el irse
 las horas se hacen filosas guadañas

mi cabeza intenta dirigir esta  tormenta del corazón
con esa razón de las canas
pero no logro acertar al centro
sus vientos arrasan con cada palabra

mis manos arrugadas ya no limpian lo sucio del día
se han quedado presas en toda emboscada
sus puños tiemblan de impotencia
como un lirio en la niebla

tengo una espina clavada con su miel y dolor .

Lichazul
Susurros del campo


14 comentarios:

  1. La espina se hace poema pero sigue siendo espina.
    Ojalá algún día desaparezca de tu vida y de tu poesía.

    Besos.

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  2. ya no Toro
    me iré de este mundo con esa espina

    besitos

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  3. Hermoso poema aunque repleto de desasosiego y desamor. Me gusta mucho esa espina, por más que cause dolor, porque en el fondo también tiene su lado menos amargo, como bien señalas al final en tu poema. Un abrazo.

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  4. la vida es una ruleta aveces arriba a veces abajo

    otro abrazo

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  5. Es verdad Elisa, la vida es como una
    ruleta de juego, pero espero que tu
    siempre quedes arriba chica bella,
    y sigue regalandonos poesia.

    besitos dulces
    Siby

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  6. gracias Siby por leer el comentario que le dejo a Sechat

    a veces leer la poesía que dejo en el post es demasiado tiempo para quien viene jejeje

    buena semana

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  7. Es verdad amiga, aunque las espinas estén clavada con miel siempre duelen y hacen daño...
    Como siempre encantada de leerte de nuevo, besos y buen comienzo de semana

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  8. buena semana para ti también Enca
    saludos

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  9. Esas espinas suelen quedarse y con ellas hemos de (con)vivir.
    Al menos queda la Poesía.

    Abrazo, Elisa.

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  10. abrazos Verito
    hay día donde la punzada duele más y otros donde apenas se siente :)

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  11. Las tormentas cuando la nieve se queda en nuestras güedejas, viene con más virulencia. Un abrazo. carlos

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  12. Esos vientos que arrasan con cada palabra siempre ganan a la razón.
    Queda ese lirio en la niebla con su espina. Un día cambia.

    Besos, Elisa.

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