martes, 20 de septiembre de 2016

Perro fiel

Oh ah oh
la canción no la escribí yo
son los ecos de mi taladrado destino
cuando el cielo se me desmorona tempestuoso
cambiar ( se ) parece una montaña en estos días de huelga
el cuerpo ensartado entre dudas y resacas
no acompaña
en tanto , el ojo asalta tu silueta y te rodea
y pide un beso desmaquillado de copas
expectante en tu boca se aloja
iluso deseo...  húmeda gota
solo el espacio juega en la almohada
ah oh ah
alma de cartón piedra recortada
entre los dedos filosos
grito de guerra que no avanza
la canción se pasma en la boca de poeta
...
supongo que
más abajo de lo bajo ya no se puede estar
por eso mi lagrimal guardó sus aguas
y sigo el juego tronador de los días graves
como un perro fiel  , como un perdedor eruptivo .

Lichazul
ex profeso

15 comentarios:

  1. Estar abajo a veces es bueno.
    Prefiero estar ahí con dignidad que ser una persona sumisa, de esas sin dignidad ni vergüenza.

    Besos.

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    1. comparto contigo eso de estar mejor solito a ser sumiso y obediente ( no me nace ni me apura jejeje)
      Besos de matador

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    1. la médula es a veces una ventosa muy muy pegajosa jejeje

      besitos de sol

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  3. Estar abajo nos permite mirar hacia arriba y poder situarnos en otra perspectiva.

    Gran poema.

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    1. las perspectivas son las que enriquecen a todo horizonte
      gracias

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  4. Más bajo de lo bajo no se puede estar, pero lo importante es conocer si sabemos cuál es el límite!!! Creemos caer y luego nos damos cuenta, que aún podíamos caer más! abrazos!

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  5. Profundo y hermoso poema, Elisa. Desde abajo se ve mejor el cielo.

    Un abrazo. María.

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    1. muchas gracias María, sin duda el cielo lo pintamos a nuestro modo
      abrazos

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  6. Respirar desde la solitud celeste te hace vivir en plena libertad sin miradas oxidadad


    Un abrazo.

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  7. gracias por tu huella en mi blog Olga
    y bienvenida, ojalá vuelvas
    saludos desde Chile

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  8. Incluso el perro sumiso muerde. Es cuestión de tiempo.
    Por lo demás, versos son espejos.

    Besos, Elisa.

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  9. En esa canción escribimos nuestro destino.
    Somos actores y espectadores.

    Un abrazo.

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  10. A lo más bajo, uno no se resigna, empienza a sentir adentro que aún hay dignidad y levanta cerviz. UN abrazo. Carlos

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