viernes, 23 de febrero de 2018

Presa

Lo sé pero igual me hago la loca
me gusta provocar y ver la mueca
confusión
ilusión
particular interpretación ocurre
paseo por las sílabas de tu lengua
húmeda
hendida
dentro de tu caparazón protector
eres un señor fingiendo gravedad
te inventas el discurso
pensando en que lo has clavado

la distancia es una fantasía
una sutil música por los aires
el oeste de mi filo balancea el azul giro
los iconos guiñan suerte en el celuloide
mientras rozamos el abanico de las horas
lo sabes y aun así te haces el loco

poco a poco ceden las defensas
ahora eres (soy) la  presa
que juega a la indefensión .

Lichazul
entre la hierba



9 comentarios:

  1. Hacerse el loco a veces es prevenir daños emocionales.

    Besos.

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  2. Provocar y que te provoquen depende de lo que se trate resulta satisfactorio, sobre todo en asunto de amoríos, y en el buen sentido de la palabra.

    Abrazos gorditos Elisa.

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  3. Nunca me a gustado ser la presa....prefiero apresar.....Lindo poema....saludos Elisa

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  4. El caparazón siempre me da miedo. Endurece, esconde, aísla.
    Pero en la poesía se vuela con imágenes y licencias.

    Besos, Elisa.

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  5. La inteligencia de la naturaleza no es más que eso: sobrevivir.
    Cuando eres la presa te sale el pesado caparazón. Se trata de vivir en sintonía y armonía con la vida. Ni comer ni ser comido.

    Empatizo muchísimo contigo. Todo el mundo ha sido (o será) la presa alguna vez.

    ¡SALUDOS!

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  6. gracias por sus huellas
    tengan una jornada colorida

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  7. JUgamos a hacernos las víctimas, cuando omos los victimarios. ESo pasa. Un abrazo. carlos

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