Uno que vivía tranquilo
uno que caminaba en plano
uno que olía el prado
uno que esperaba el rocío
no imaginaba el temblor
no imaginaba la nube
no imaginaba laberintos
uno que vestía domingos
se da de frente con la intensidad
con esa naturalidad salvaje
que palpita en el pantalón
Lichazul
serie otoñal
uno que caminaba en plano
uno que olía el prado
uno que esperaba el rocío
no imaginaba el temblor
no imaginaba la nube
no imaginaba laberintos
uno que vestía domingos
se da de frente con la intensidad
con esa naturalidad salvaje
que palpita en el pantalón
Lichazul
serie otoñal
Salvaje y con vida propia.
ResponderEliminarBesos.
Ante las fuerzas de la naturaleza nada qué hacer. Ellas nos dan lección de humildad.Espero que las desgracias no sean muchas...
ResponderEliminarBesos
La vida a pesar de su tranquilidad, no tarda en revelarnos, que hay otros sentimientos más duros, revelación que conmociona.UN abrazo. Carlos
ResponderEliminaruno , no imagina....y a mí me encanta..un saludo desde Murcia.
ResponderEliminarElisa, un blog nuevo. Eres asombrosa de creativa.
ResponderEliminarNunca imaginamos lo que nos podrá suceder. Los acontecimientos son intempestivos y naturales porque así es la vida.
Un gran abrazo.
Y se le va la tranquilidad para siempre...gracias a dios.:)
ResponderEliminarAbrazos
Esa naturalidad salvaje evidencia que no se puede controlar todo.
ResponderEliminarCon que hermosa naturalidad encontramos lo salvaje dentro de lo mundano. Mis besos sra poeta
ResponderEliminarToda la vida es una gran sorpresa imáginaria.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Uno que se da de frente con la intensidad
ResponderEliminarYo...y tengo chichones en la frente de tanto golpe
Besosssssss
muchas gracias
ResponderEliminarla semiausencia renueva, que no desaparecer
vivir la vida..sentirla
ResponderEliminarsoportarla ...requiere tanta valentía...
de eso somos y mas!