A qué sabe el diluvio de tus ojos
esta noche infestada de ausencias y desacatos
noche malograda de azucenas
primaveras que no florecen
nos fuimos bordeando las sombras
juntas ,
como juntos van los enamorados
por aquel lado de los recuerdos
te vi caer
te vi sangrar
te vi golpear la tierra
y jurar que nunca más
juntas,
como juntos van de la mano los te quieros
pasos envenenados
gritos de desespero
juntas ,
como juntas van las olas en el adiós perpetuo.
Lichazul
del corazón y otras locuras
esta noche infestada de ausencias y desacatos
noche malograda de azucenas
primaveras que no florecen
nos fuimos bordeando las sombras
juntas ,
como juntos van los enamorados
por aquel lado de los recuerdos
te vi caer
te vi sangrar
te vi golpear la tierra
y jurar que nunca más
juntas,
como juntos van de la mano los te quieros
pasos envenenados
gritos de desespero
juntas ,
como juntas van las olas en el adiós perpetuo.
Lichazul
del corazón y otras locuras
Jo... este poema duele.
ResponderEliminarDe verdad que duele mucho.
Besos.
besos Toro
ResponderEliminarTanto camino para llegar a un adiós perpetuo.
ResponderEliminarElisa, el poema remueve.
Besos, buen finde.
Adiós de dolor, duele hasta el pasado.
ResponderEliminarUn beso.
Siempre duele el adios, y mucho mas, si es definitivo.
ResponderEliminarBesosmiles
La ausencia y el dolor van de la mano. Es muy bueno aunque triste el poema. Abrazos
ResponderEliminarEsas sombras, paridas de dolor. Cuánto desamparo, cuánto desamor. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarmuchas gracias por sus huellas
ResponderEliminarabrazos de sol
Los adioses perpetuos son los que más duelen.Hay mucho sentimiento en estos versos.
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