Desde el escondite de infancia
parapetada y taciturna
la palabra habita
conjuro y carne entre uñas
sangre y rojo eterno
sarmiento despojado de tiempo
silencio y eco estelar
transitar desde la entraña
cosa crepuscular
tornar ojos y labios en la fragilidad
mismo respirar
avanzar no es fácil
ni menos soñar
la nocturnidad respira en el sentido
amanecer es la utopía
la mirilla tiembla
cuando el sol todo lo devora.
Lichazul
corazones eléctricos
Desde ese escondite la mirilla se llena enseguida de luz cegadora, te dejo otra canción.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=qESSJXTy1as
Feliz semana y abrazos.
Vayamos a por la utopía.
ResponderEliminarDesde la mirilla, "un corazón tiembla"... (Perdona las licencias que me he permitido, pero...)
ResponderEliminarFeliz semana.
Muchas gracias por sus comentarios 😊💐 abrazos
ResponderEliminarLa palabra está siempre a boca, detonada por los ojos y el pensamiento. Qué bien la significas desde siempre. Venimos con ella encarnada, para el dolor y las satisfacciones, las perfidias y los buenos momentos. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarMuchas gracias Carlos por todos los comentarios 😊💐
EliminarAbrazo y buena semana
De sombra en sombra.
ResponderEliminarDesde mi infancia hasta hoy.
Besos.
Desde niños sabemos que somos distintos, que vemos las cosas de forma diferente. El tiempo pasa y no es fácil ser un soñador en un mundo materialista, pero la luz siempre es vencedora.
ResponderEliminarBesos querida Elisa
Profundo poema la vida pasa y vamos madurando entre la luz y la oscuridad. Te mando un beso.
ResponderEliminarmuchas gracias por sus huellas , abracitos :)
ResponderEliminarSi nos volviéramos más veces hacia la infancia, o mejor hacia ese niño interior, veríamos con más claridad. La mirilla nos devuelve a ella, o nos hace mirar desde ella, entonces la luz retorna.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Avanzar no es fácil, nadie nos dijo que lo fuera...
ResponderEliminaraunque sea a pequeños pasos, sigamos caminando...
Besos.
La infancia será siempre un refugio seguro ante los excesos de la vida, Aunque debemos tener en cuenta que tampoco conviene quedarse a vivir por siempre en ella.
ResponderEliminarDesde la infancia hasta la adultez y al final.
ResponderEliminarLa utopía. mantenerse a flote en la distopía.
Y esa mirilla. El sol devorador.
A veces solo se trata de fluir. Sin más.
Besos, Elisa.