mitigando horas
murmurando aleteos
solfeos de oscuridad entendible
puede que mi agua retroceda
puede que mi espíritu se disipe
y es que la cruz del destino se va
se va entre los dedos
entendimientos a renglón silente
corazón ingenuo
riverando atardeceres
una vez más
tras de ti lo claro
medranos donde posar el pie
pero el viento se lleva
veleta timón y el contigo
necesitan del sueño y del olvido
otro día
otra noche
otra vida .
Lichazul
corazones eléctricos
Las cuatro estrofas o apartados del escrito son impresionantes, pero ese final está pidiendo "otro día, otra noche, otra vida..."
ResponderEliminarFeliz miércoles Elisa.
Buena jornada 👍
EliminarCuántas sensaciones, entre esperanzas desesperanzadas. Se disipa el tiempo veloz, dejánodos esa sensación de a qué vinimos, a pesar del camino recorrido. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarMuchas gracias por tus comentarios 😊 ten una jornada preciosa, abrazos 🤗
EliminarEl olvido es nuestro mejor amigo...
ResponderEliminarBesos.
Besitos 😽😽😽
EliminarEl destino, siempre el destino decide nuestras vidas y, nuestra alma siempre tan crédula, tan inocente, que piensa que un tal vez “otro día, otra noche, otra vida”.
ResponderEliminarBesos querida Elisa.
Besitos 😽
EliminarLa vida sigue y hay veces que uno debe seguir con el corazón roto. Te mando un beso.
ResponderEliminarSaludos y buena jornada 👍
EliminarOtro momento, otro amor, otro día. Todos los días hay otro en este mundo que es muy grande. Mientras exista otro, continúa la vida.
ResponderEliminarAbrazos, Elisa.
Abrazo 🤗
Eliminar"entendimientos a renglón silente"
ResponderEliminarY ahí empieza y se escucha. Se huye o se camina.
Vivimos como bien dices en magistral el cierre del poema: otro día, otra noche, otra vida.
El olvido tantas veces nos rescata.
Besos, Elisa.